miércoles, 30 de noviembre de 2011

Fotografía sin Cámara

  Suena extraño, ¿verdad? Con este título hacemos referencia al Fotograma.

  El fotograma se consigue de la misma manera que se obtienen fotografías con cámara, mediante el uso de una luz proyectada sobre un papel fotosensible con obstáculos entre medias.

 En el caso de una cámara, el carrete con el negativo es dicho obstáculo, pues al colocarlo entre la luz y el papel se proyecta sobre éste. El resultado es la imagen tomada por la cámara ampliada y en papel listo para el exterior.

 Pero nosotros lo haremos sin cámara. Tan sólo usaremos un objeto cuya sombra se proyecte sobre el papel. Comencemos.






PARTE SECA

  En primer lugar debemos dirigirnos a la ampliadora. Esta máquina es la que proyecta la luz sobre el 
papel. La luz puede graduarse gracias a la altura (mayor o menor extensión) y a la apertura del diafragma del
objetivo (mayor o menor intensidad). 


 IMPORTANTE: Tras haber montado la ampliadora y preparar los líquidos que nombraremos posteriormente hay que apagar las luces y dejar sólo luz roja con poca intensidad. La luz roja es la única luz que no altera el componente fotosensible del papel al tener una gran longitud de onda y poca intensidad. 
 Si usamos luz de otro color o blanca revelaremos el papel y habrá que tirarlo, pues queda inútil para tratarlo y la imagen saldría mal.

 Sigamos. Conectar el temporizador debemos programarlo para que la luz dure 1 segundo. Es ahora cuando debemos realizar la "Prueba de ennegrecimiento". Para ello cortamos una tira de papel fotosensible y lo tapamos con una cartulina negra opaca. Dejamos un segundo de exposición a la luz y vamos desvelando más trozo de papel hasta exponerlo sin cartulina como mostramos en la imagen:



Una vez hecho esto, podemos ir a la siguiente y última fase:

PARTE HÚMEDA

Como el propio nombre indica, ahora debemos introducir el papel en un líquido sin encender la luz, continuando con la luz roja. Lo introduciremos primero en un líquido llamado revelador. Éste hace que los haluros de plata responsables de la característica fotosensible se tornen a un color cada vez más oscuro hasta ennegrecerse por completo. Para ello lo introduciremos de lleno en el líquido boca abajo(para que la parte de la imagen no quede flotando) y moveremos continuamente el continente para una mayor eficacia. Entre 2 y 3 minutos es suficiente.


 Tras esto, llevamos la tira a otro recipiente con agua limpia y lo lavamos, dejándolo en reposo el tiempo que se desee, aunque con un minuto es suficiente. Así conseguimos neutralizar el líquido revelador que se ha quedado en la foto y limpiarlo.
 Ahora llega el momento de asegurar la imagen. Para ello la dejamos en otro líquido llamado fijador. Éste será el que nos permita, una vez expuesto la imagen a la luz natural o artificial sin ser roja, que ésta se no se revele ni pierda calidad. Entre 5 y 7 minutos es suficiente.
 Para terminar, dejamos la foto en agua limpia un buen rato. Con media hora es suficiente. La dejamos secar (preferentemente de forma natural y sin luz solar) y podemos comprobar el resultado.

IMPORTANTE: Los tiempos de cada líquido depende de la marca y tipo de éste. En este caso nos referimos al estándar de nuestro laboratorio de fotografía.

  Tras acabar el proceso comprobamos la tira de prueba ennegrecida. En este caso se han obtenido 6 grises (incluyendo al negro puro) diferentes. Con ello ya sabemos que debemos dejar 6 segundos de tiempo de exposición de la imagen para obtener un negro puro. 

 Repitiendo el mismo proceso, podemos colocar entre la luz y el papel objetos, dibujos en acetato, figuras, etc... hasta conseguir la composición deseada.

 Espero que haya servido de ayuda y próximamente enseñaremos a hacer el positivado.
 ¡Saludos!

Por: Javier Cabello Trujillo

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